Las materias primas han subido y es probable que sigan subiendo durante un tiempo. Goldman Sachs considera que el repunte está impulsado por cinco tendencias clave, a las que se refieren como las «Cinco D». Veámoslas:
1) Desinversión: Años de escasa rentabilidad, el aumento de los costes por las presiones medioambientales, la incertidumbre de la demanda a largo plazo y el cambio a proyectos a más corto plazo han frenado las inversiones en materias primas producción de materias primas. Este retroceso ha mermado la oferta, sobre todo en sectores que no giran en torno a una moneda de diez centavos, como la minería del cobre y el aluminio, y el refinado y el transporte del petróleo.
2) Descarbonización y cambio climático: Los analistas de Goldman calculan que el gran objetivo de la descarbonización (llegar a cero en 2050) requerirá una inversión anual en infraestructuras verdes de aproximadamente el 2% de la producción económica mundial. Y eso incluirá el aumento de la producción de vehículos eléctricos, lo que, por supuesto, disparará la demanda de los metales que utilizan en abundancia. Al mismo tiempo, es probable que los fenómenos meteorológicos extremos causados por el cambio climático hagan subir los precios agrícolas al interrumpir el suministro.
3) Reducción del riesgo (o cobertura): Últimamente, los trastornos mundiales son el segundo nombre del planeta. Así que no es de extrañar que los responsables políticos, las empresas y los inversores quieran proteger cada vez más sus cadenas de suministro y sus carteras de los riesgos geopolíticos. Este cambio protector ya está impulsando la demanda de materias primas estratégicas como el oro. El movimiento para reforzar las reservas estratégicas de materias primas como el petróleo crudo y los minerales críticos, junto con un mayor énfasis en la seguridad de la cadena de suministro, también está impulsando la demanda en diversas industrias, desde la tecnología hasta las iniciativas ecológicas y la fabricación.
4) Centros de datos e IA: El auge de la IA podría hacer subir los precios de las materias primas de tres maneras. En primer lugar, la creciente demanda de centros de datos está disparando la necesidad de energía eléctrica, lo que puede provocar un aumento del uso de gas natural y metales esenciales como el cobre y el uranio. En segundo lugar, a medida que la economía crezca y aumenten los ingresos, la demanda global de materias primas puede verse impulsada. En tercer lugar, productividad En tercer lugar, la mejora de la productividad fuera del sector podría reducir el capital disponible para invertir en materias primas, lo que podría restringir la oferta. Pero hay una salvedad: La IA también podría reducir los precios de las materias primas al mejorar la eficiencia dentro del sector.
5) Gasto en defensa: El gasto militar mundial se disparó en 2023, alcanzando el 2,3% del total de la economía mundial. En Estados Unidos, el gasto en defensa superó las expectativas, con un aumento del 9% respecto al año anterior, muy por encima del 2% previsto. Con las incertidumbres geopolíticas actuales y el compromiso de Occidente de gastar más en defensa, esa cifra podría aumentar aún más. Entre las principales materias primas utilizadas en el sector de la defensa figuran los combustibles destilados, el cobre, el aluminio, el acero, la plata, el uranio y diversos minerales estratégicos.
(Artículo patrocinado por Quality Value Investments)
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