🪖¿Qué efectos puede desencadenar la guerra comercial iniciada por EE.UU.?
Estos tres factores son clave en el futuro desarrollo de la guerra comercial del 2025, los cuáles, dinamitarán el panorama geopolítico actual...
Parece que Trump llegó el pasado 20 de enero a la presidencia de EE.UU. con clara intención de agitar el panorama geopolítico. Clara muestra la tenemos tras la reciente guerra comercial iniciada por EE.UU., como hemos visto durante estos últimos días. La administración Trump está sacando a relucir los aranceles como “ataque estratégico” para conseguir todo tipo de concesiones, pero…
¿Qué efectos puede traer el inicio de esta guerra comercial?
¿Qué ha pasado?
El gobierno de EE.UU. ha pospuesto hasta el 4 de marzo el incremento de los aranceles del 25% sobre Canadá y México, y del 10% sobre China. Esta decisión se percibe como una estrategia de negociación, utilizando los aranceles como palanca para obtener concesiones. Mientras tanto, Canadá y México han incrementado su inversión en seguridad fronteriza, desplegando 10.000 tropas y aumentando los fondos para frenar el tráfico de fentanilo.
China, por su parte, ha respondido con sus propios aranceles sobre productos estadounidenses y una investigación antimonopolio contra Google. En este complejo panorama, la posibilidad de acuerdos a corto plazo sigue latente, aunque los factores políticos dificultan una resolución duradera.
¿Qué efectos puede desencadenar?
En este contexto, podemos entrever tres grandes consecuencias que puede tener esta guerra comercial en la economía global:
1. Impacto en la inflación y el consumo
Uno de los efectos más inmediatos de los aranceles es el aumento en los costos de importación, lo que puede traducirse en precios más altos para los consumidores. Empresas estadounidenses que dependen de insumos extranjeros deberán decidir entre asumir el costo adicional o trasladarlo al consumidor final. En un contexto donde la inflación ya ha sido un tema de preocupación para la Reserva Federal, una escalada en la guerra comercial podría añadir más presión sobre los precios, obligando a un ajuste en la política monetaria.
Para los consumidores, esto significa un posible encarecimiento de productos básicos, desde tecnología hasta alimentos, lo que afectaría el poder adquisitivo y el crecimiento del consumo interno. En el peor de los escenarios, una inflación prolongada podría desacelerar el crecimiento económico y aumentar el riesgo de recesión.
2. Recesión en Canadá y México
La incertidumbre generada por los aranceles pone en riesgo la estabilidad económica de Canadá y México, socios comerciales clave de EE.UU. Si Washington decide reactivar las tarifas del 25%, las economías de estos países podrían entrar en recesión debido a su fuerte dependencia del comercio con EE.UU.
El sector manufacturero, particularmente en México, se vería gravemente afectado, ya que muchas empresas dependen de la exportación de bienes ensamblados en su territorio para el mercado estadounidense. De igual forma, la industria automotriz canadiense, altamente integrada con EE.UU., sufriría disrupciones significativas, impactando el empleo y el crecimiento económico. En respuesta, ambos países podrían intensificar sus esfuerzos por diversificar sus mercados de exportación, fortaleciendo lazos con Europa y Asia.
3. Tensión geopolítica con China
China ha demostrado que no permanecerá pasiva ante la política arancelaria de EE.UU. Su respuesta ha sido contundente, con la imposición de aranceles a productos estadounidenses y la apertura de investigaciones contra gigantes tecnológicos como Google. Este tipo de medidas pueden escalar en una guerra tecnológica más amplia, donde las restricciones comerciales se conviertan en un arma clave en la competencia entre ambas potencias.
Además, un endurecimiento de la postura de China podría llevar a EE.UU. a reforzar su política de "desacoplamiento" económico, incentivando la relocalización de cadenas de suministro fuera de China. Sin embargo, esta estrategia no está exenta de costos, ya que reconfigurar las cadenas de producción es un proceso largo y costoso, lo que podría impactar a empresas estadounidenses que dependen de la manufactura china.
¿A dónde nos lleva todo esto?
La guerra comercial iniciada por Trump tiene implicaciones económicas profundas que van más allá de la simple imposición de aranceles. Desde el incremento de la inflación hasta el riesgo de recesión en socios comerciales clave y la intensificación de la rivalidad con China, las consecuencias de esta estrategia pueden ser de largo alcance. Mientras los mercados evalúan los próximos movimientos, queda claro que la incertidumbre permanecerá inamovible en el panorama económico global…
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Bonito y escueto analisis, Galán.