🌡️La inflación de diciembre fue alta, pero la perspectiva a largo plazo es aún más alta...
En diciembre, los precios subieron en Estados Unidos un 3,4%, mucho más de lo esperado que en noviembre (3,1%). Pero ignoremos por una vez los datos de inflación a corto plazo y centrémonos en el panorama general: aunque el índice de precios al consumo (IPC) se ha calmado en los últimos 12 meses (el año pasado por estas fechas era del 6,5%), para el ciudadano medio los precios siguen subiendo, muy lejos de los días en que su cartera estaba más cómoda antes de la pandemia.
La inflación se ha ralentizado, pero eso no significa que los precios hayan bajado. Sólo están subiendo a un ritmo más lento. Y como llevan un tiempo subiendo, se están estabilizando a una altitud mucho mayor que hace unos años.
Para los consumidores, esto es importante. Seguramente habrán tenido algún aumento de sueldo (el mercado laboral se ha mostrado extraordinariamente fuerte, después de todo), pero la mayoría de ellos no habrán seguido el ritmo de las subidas de precios. El resultado es que la mayoría de la gente está pasando apuros económicos, especialmente los que se encuentran en los peldaños más bajos de la escala de ingresos. Ahora bien, no me malinterpretéis: las carteras no se han cerrado. Gracias a algunos ahorros pandémicos, a la resistencia del mercado laboral y a un pequeño "tap-tap" de la tarjeta de crédito, el gasto sigue siendo fuerte. Pero en cuanto al estado de ánimo, no es precisamente para tirar cohetes: una nube de preocupación se cierne sobre los consumidores.
De cara al futuro, nos enfrentamos a dos escenarios muy diferentes:
La economía atraviesa una mala racha, el empleo empieza a desaparecer, los ahorros se agotan, el valor de la vivienda y de las acciones cae y los consumidores cierran la cartera. Es la receta para una desaceleración mayor de lo esperada.
Los salarios empiezan a superar a la inflación, la gente siente que sus carteras pesan más, los consumidores se adaptan a los nuevos precios y voilà: el sentimiento se renueva y la economía se anima.
Cuanto más tiempo se mantenga alta la inflación, o peor aún, cuanto más tiempo siga subiendo, más probable será el primer escenario. En cualquier caso, preparaos para lo inesperado. El consenso de Wall Street es "cautelosamente optimista" sobre este año, pero las cosas podrían cambiar más rápido de lo que se tarda en decir "previsión económica". Por tanto, no metáis todos los huevos en la misma cesta a la hora de medir estos dos escenarios: en el mundo de las finanzas, las sorpresas suelen estar a la vuelta de la esquina, ya sean buenas o malas…
(Artículo patrocinado por Coaching Financiero)
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DISCLAIMER: La información aquí contenida se expone a título meramente informativo y no constituye una recomendación de inversión, ni invitación, oferta, solicitud u obligación. Al reflejar opiniones teóricas, su contenido es meramente informativo y por tanto no debe ser utilizado para valoración de carteras o patrimonios, ni servir de base para recomendaciones de inversión.