👨👩👧👦¿Por qué las empresas familiares merecen un sitio en tu cartera?
Olvídate de los magnates corporativos del mundo: resulta que la columna vertebral de la economía mundial es, de hecho, las “humildes” empresas familiares. Sí, esas empresas en las que mamá, papá y, ocasionalmente, el primo José llevan las riendas. Muchas empresas familiares prosperan en los mercados bursátiles e, históricamente, han superado a sus homólogas corporativas en rentabilidad para los accionistas.
McKinsey ha identificado siete formas en que las empresas familiares han mantenido su racha ganadora, las cuáles os he analizado a continuación
La frugalidad es su segundo nombre: Las empresas familiares se rigen por el mantra de que el mejor dólar que se gana es el que no se gasta. Mantienen un estricto control de los gastos, encarnando el ahorro tanto en tiempos de champán como de pan y agua.
Son exigentes con los gastos de capital: Estas empresas encarnan una disciplina financiera que es tan común como un unicornio en muchas salas de juntas corporativas. Este enfoque estricto significa que sólo invierten en proyectos realmente rentables.
La deuda no es su amiga: Las empresas familiares suelen endeudarse menos que las no familiares: El 37% de su capital se financia mediante deuda en un periodo de 9 años, frente al 47% de estas últimas. Esto significa que pueden permitirse pedir más préstamos cuando los tiempos son especialmente difíciles.
Se comen al pez pequeño: Mientras que los equipos directivos de las empresas públicas pueden apostar por grandes adquisiciones transformadoras, las empresas familiares se ciñen a apuestas más pequeñas y seguras que se alinean estrechamente con sus operaciones existentes. Sus adquisiciones anuales medias ascienden a sólo el 2% de sus ingresos, frente al 3,7% de las empresas no familiares.
La diversificación es su mejor amiga: El 46% de las empresas familiares están muy diversificadas, en comparación con sólo el 20% de sus homólogas no familiares, y utilizan la variedad como escudo estratégico contra las recesiones económicas.
La globalización está en su agenda: Estas empresas no se quedan cerca de casa, sino que extienden sus alas internacionalmente: el 49% de sus ingresos proceden de fuera de sus regiones de origen, frente al 45% de las empresas no familiares.
Mantienen cerca a sus amigos: Las empresas familiares tienen mejores tasas de retención, con sólo un 9% de rotación anual de empleados, frente al 11% de las empresas no familiares.
Las empresas familiares tienden a ser responsables de una visión a largo plazo que abarca de 10 a 20 años, centrándose en el desarrollo de la próxima generación y no sólo en los beneficios del próximo trimestre. Tienden a amortiguar las caídas más que a perseguir las subidas, lo que contrasta claramente con las prioridades del típico CEO.
En resumen, no deberíamos pasar por alto las empresas familiares. Algunas de las mayores y más antiguas empresas familiares, como Hermès, Merck y Hershey, han resistido el paso del tiempo. Otras, como L'Oréal, LVMH y Walmart, incluso se han convertido en nombres muy conocidos.
(Artículo patrocinado por Quality Value Investments)
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