💸Una métrica empresarial que debemos comprobar cuando los tipos de interés son altos
Podría decirse que el trabajo más importante de un CEO es la asignación de capital: cómo gasta el efectivo de una empresa. Los inversores suelen fijarse en los beneficios de una empresa, pero eso no les dice cuánto dinero se ha gastado para obtenerlos. Para tener una visión completa, hay que fijarse en el "rendimiento del capital", que muestra el beneficio como porcentaje del dinero desembolsado. Pero eso es sólo la mitad de la ecuación: lo que realmente importa es cómo se compara ese rendimiento con el coste del dinero gastado. Cuanto mayor sea la diferencia entre el rendimiento y el coste, más valor se habrá añadido y, por lo general, las acciones de la empresa se verán recompensadas por ello.
La cuestión es que es difícil encontrar proyectos o inversiones que generen una rentabilidad sobresaliente. Un CEO puede generar un beneficio decente construyendo una nueva fábrica o abriendo una nueva tienda. Pero como inversor, usted querrá conocer el contexto de cómo se compara ese beneficio con el coste de construcción de esa fábrica o tienda. Supongamos que una empresa quiere un "diferencial" (es decir, el beneficio menos el coste) del 10%. Cuando los tipos de interés eran del 1% (esa es la parte del coste), cualquier gasto que obtuviera un rendimiento del 11% o más era oro. Pero ahora que los tipos de interés se sitúan por encima del 5%, los proyectos deben generar un rendimiento del 15% o más para alcanzar ese margen del 10%. Y como las oportunidades de este tipo son escasas, sólo los mejores directores generales y equipos de gestión pueden invertir sistemáticamente de forma que se obtengan diferenciales o rendimientos atractivos.
Dentro de una empresa, los directivos pueden ser muy detallistas y medir la rentabilidad del capital de cada nueva fábrica o máquina. Mientras que los inversores no pueden hacer eso, pueden mirar a una ecuación de toda la empresa que lo capta todo. Se trata del rendimiento del capital invertido, o ROIC: una medida de los beneficios de una empresa como porcentaje de todo el capital que se ha invertido en el negocio. Refleja las decisiones individuales de un CEO, y si toma más decisiones buenas que malas a lo largo del tiempo, el ROIC de una empresa debería reflejarlo.
Así que la próxima vez que estéis evaluando una inversión potencial, aseguraos de comprobar el ROIC. Dependiendo del sector, un resultado del 20% o superior puede ser lo indicado.
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