🪺¿Por qué tu Pascua este año será más cara y dulce a la vez?
De la gripe aviar a las sequías: el coste oculto de tu cesta de la compra y los beneficios que no ves venir.
Si pensabas que las fiestas de Pascua de este año iban a ser un simple paseo primaveral con conejitos y huevos de colores, piénsalo de nuevo. En 2025, llenar la canasta te va a costar un extra, y no precisamente poco. En Estados Unidos, los huevos están cerca de duplicar su precio respecto al año pasado, mientras que en el Reino Unido el chocolate (ese placer culpable de muchos) sube casi un 50%.
Huevos: inflación y plumas por el aire
Empecemos por lo básico: los huevos en Estados Unidos están carísimos. Los precios al por menor han tocado máximos históricos, y no es una sorpresa si miramos el contexto. La inflación sigue siendo un dolor de cabeza, pero el verdadero golpe viene de la gripe aviar, que ha barrido con granjas enteras de gallinas ponedoras. Menos gallinas, menos huevos; simple oferta y demanda. Así que, este año, teñir esos huevos de Pascua para la foto perfecta de Instagram te va a salir por un ojo de la cara. No es solo una anécdota: es un recordatorio de lo frágil que puede ser algo tan cotidiano cuando la naturaleza y la economía se alinean en tu contra.
Pero no creas que el drama termina con los huevos. Cruza el Atlántico y en el Reino Unido (y más allá) el chocolate está sufriendo su propia crisis. Las cosechas de cacao, ese oro marrón que da vida a los conejitos y huevos de Pascua chocolatados, han sido golpeadas por sequías brutales durante el último año. ¿Resultado? Menos cacao en el mercado y precios que se dispararon hasta un récord en enero. Sí, el chocolate no solo está más caro, sino que la tendencia no parece frenar. Así que, si planeas darte un gusto esta Pascua, prepárate para rascarte el bolsillo un poco más.
Shrinkflation: menos por más
Y como si no fuera suficiente, entra en escena la "Shrinkflation". ¿No te suena? Te lo explico rápido: es cuando las empresas te dan menos producto (ya sea reduciendo el tamaño o la calidad) pero mantienen o incluso suben el precio. Ese conejito de chocolate que compraste el año pasado podría ser más pequeño esta vez, y no, no es que estés imaginando cosas. Mi consejo práctico: mira el "precio por kg" en la etiqueta. Es una forma sencilla de cortar el ruido del marketing y comparar de verdad qué te conviene, no solo con el chocolate, sino con todo lo que pones en el carrito. En tiempos como estos, ser un consumidor astuto es casi una necesidad.
Mientras algunos sectores bursátiles en Estados Unidos han perdido brillo este 2025, las empresas de consumo básico (esas que producen lo que no puedes dejar de comprar, como comida y productos esenciales) están sacando pecho. ¿Por qué? Tienen algo que en Wall Street llaman "poder de fijación de precios": pueden subir precios sin que sus clientes les den la espalda. Piensa en gigantes como Mondelez, el rey de los snacks, cuyas acciones han trepado un 14% este año. Ni siquiera el boom de las dietas tipo Ozempic, que prometía frenar el antojo por dulces y salados, ha podido con ellos. Cuando la economía tambalea, estas compañías son como un refugio sólido: la gente sigue comiendo, Pascua o no.
Aprovecha las oportunidades del mercado .
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A mi me sorprende muchísimo que la gente no mira el precio por kg o por unidad de producto. Del mismo modo que la gente no calcula el consumo de su coche en litros x km.